(Ray Bradbury)
( Web )
( 227 Páginas )
ISBN : 9788497930055
***** APARCADO *****
Como me imaginaba, con éste libro sólo había opción para 2 cosas : o me encantaba o no iba a terminarlo.
Por si acaso, quiero que quede claro que intrigado por la trama sí que sigo intrigado, así que pondré que lo dejo «APARCADO» , porque lo cierto es que no sé si lo tetomaré o no …
El libro es «rarito» de leer, no me he sentido agusto, no he encontrado un «orden» claro … hasta el momento en que lo he aparcado, ciertamente, es curioso, pero en ése momento empezaba a tenert algo de sentido y orden.
Pero ya me había cansado, y venían otros 5 o 6 libros «empujándo» fuerte y … al final no he podido resistirme y lo he dejado …
¿ quién sabe ? … igual lo retomo en breve …
Por si acaso, quiero que quede claro que intrigado por la trama sí que sigo intrigado, así que pondré que lo dejo «APARCADO» , porque lo cierto es que no sé si lo tetomaré o no …
El libro es «rarito» de leer, no me he sentido agusto, no he encontrado un «orden» claro … hasta el momento en que lo he aparcado, ciertamente, es curioso, pero en ése momento empezaba a tenert algo de sentido y orden.
Pero ya me había cansado, y venían otros 5 o 6 libros «empujándo» fuerte y … al final no he podido resistirme y lo he dejado …
¿ quién sabe ? … igual lo retomo en breve …
RESUMEN :
Fahrenheit 451: la temperatura a la que el papel se enciende y arde. Guy Montag es un bombero y el trabajo de un bombero es quemar libros, que están prohibidos porque son causa de discordia y sufrimiento. El Sabueso Mecánico del Departamento de Incendios, armado con una letal inyección hipodérmica, escoltado por helicópteros, está preparado para rastrear a los disidentes que aún conservan y leen libros.
Como 1984, de George Orwell, como Un mundo feliz, de Aldous Huxley, Fahrenheit 451 describe una civilización occidental esclavizada por los medios, los tranquilizantes y el conformismo. La visión de Bradbury es asombrosamente profética: pantallas de televisión que ocupan paredes y exhiben folletines interactivos; avenidas donde los coches corren a 150 kilómetros por hora persiguiendo a peatones; una población que no escucha otra cosa que una insípida corriente de música y noticias transmitidas por unos diminutos auriculares insertados en las orejas.
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